Proyecto: Hospital del Niño

A nivel arquitectónico se ha generado una imagen potente y moderna que transmitirá singularidad y confort, respetando el  equilibrio entre función y diseño.

Si bien la volumetría del conjunto viene totalmente determinada por condicionantes de ocupación, funcionalidad, accesos y las circulaciones interiores, se ha procurado la generación de una volumetría sensible a las condiciones de contorno. Sin perjudicar la funcionalidad del conjunto se ha modelado la volumetría para crear una secuencia rítmica de volúmenes hacia la fachada principal. Esto crea una imagen general de gran interés hacia la avenida más importante de la ciudad y que combinado con el material de acabado de los volúmenes proyecta una imagen de modernidad y atracción a la vez que manifiesta la relevancia de la institución.

Puesto que se trata de unos edificios que necesariamente son bastantes  compactos se ha elegido acabar el edificio con vidrio tipo U-Glass que permite dotar de una gran luminosidad interior al conjunto y a la vez le confiere una imagen atmosférica a los edificios que diluye la potencia de los volúmenes. La edificación adquiere una halo mágico que tiene a su vez la capacidad de cambiar su imagen en función de la luz que incida en el edificio combinada con la una mayor expresión en fachada de la iluminación interior  a medida que se acerca la noche hasta convertirse en un edificio luciérnaga. Unos grandes huecos a modo de ojos proyectan hacia el exterior el color que inunda los interiores del edificio