Proyecto: Nuevo Edificio Municipal y mercado en Cuenca

Una intervención que ponga en valor la relevancia del espacio público que nos ocupa. Una recualificación urbana. Una apertura del espacio público de representación a los usos cotidianos de los conquenses. Una identificación de los ciudadanos con las aspiraciones de modernidad del consistorio. Un foco dinamizador para la ciudad. Todas estas son premisas con las que se afronta la solución de este proyecto. Una proyección hacia el futuro de la ciudad valorando las oportunidades que emanan de su propia historia, de los materiales autóctonos y de la vitalidad de las funciones que se albergan. El edificio objeto principal del concurso se plantea en esta propuesta como el elemento catalizador de una renovación urbana de gran calado, facilitando el carácter expansivo de ésta. El proyecto de la primera fase contempla las distintas posibilidades de crecimiento mediante un aparcamiento público que utilizaría la misma rampa y accesos que el mercado y el ayuntamiento. La peatonalización de la plaza de los Carros y su conexión total con la calle Fray Luis de León, así como la disposición de accesos al mercado en estas dos calles, produciendo la entrada del espacio público en el propio edificio. Se ha definido como premisa de nuestra propuesta romper el carácter estático de la plaza de España, que siendo un espacio de representación y sin renunciar a este carácter, se pretende que un espacio urbano de esta calidad sea vivido por los ciudadanos de manera más intensa en su actividad ordinaria. Que la plaza incorpore todas las actividades que tiene lugar ahora en su margen. Lugar de paseo, tertulia, juegos, descanso, paso. Se presenta una propuesta de generar un espacio urbano que conquiste a los ciudadanos y que les proponga nuevos usos, pretendiendo a la vez que la ciudad y sus habitantes se identifiquen con el proyecto como una actuación de los propios conquenses. Frente a edificios de gran simetría, de imagen estática, escala gigante y en cierta manera imperturbable, se propone un edificio que en su comportamiento con el espacio público parece un pabellón, de menor escala, transitable, permeable y que se confunde con el espacio público circundante. El dialogo con el espacio público es, incluso, en una de sus fachadas literal, mediante un muro que contiene grabados elementos de la memoria colectiva propia de los conquenses. En las plantas superiores se disponen las dependencias propias del Ayuntamiento, procurando una distribución eficiente y versátil, que permita una gran capacidad de adaptación. La imagen abstracta de este volumen apoyado en la base pública se consigue mediante una celosía realizada con armadura de Pino Laricio. La vinculación con los materiales tradicionales de la zona vinculan a este edificio con una de las grandes riquezas de la ciudad su entorno, sus pinares y sus paisajes.